Hemos desarrollado un método de caracterización de materiales y pruebas de relajación. Hemos probado materiales de nuestra gama, de nuestros socios, de nuestros colegas, así como otros poliuretanos, con el fin de elegir los materiales más interesantes en función de criterios técnicos (adherencia, resistencia a la abrasión,...), de durabilidad (resistencia a la relajación con el paso del tiempo), de estabilidad (a la temperatura, a la humedad) y de precio.
Gracias a nuestra experiencia en el campo de las bandas elásticas (asociación con varios grandes fabricantes desde hace más de 20 años) y ahora dominando realmente la relajación y el envejecimiento de nuestros materiales, podemos ofrecerle la solución más adaptada a su aplicación garantizando al mismo tiempo una relación calidad/precio óptima.
Desde 2012, desarrollamos nuestro propio poliuretano, especialmente eficaz en la relajación y la abrasión, para la fabricación de correas elásticas sin fin y revestimientos de correas.
Propiedades químicas del PU y el TPE
General
Los materiales termoplásticos pueden utilizarse en diversas aplicaciones que interactúan con diversos productos químicos.
La resistencia química depende del tiempo de exposición, la temperatura, la cantidad, la concentración y el tipo de producto químico. Por lo tanto, es difícil hacer una distinción clara entre los efectos descritos a continuación en todos los casos. En caso de degradación química del poliuretano, la reacción química provoca la ruptura de la cadena molecular. A medida que se degrada, el poliuretano pierde su resistencia y, en casos extremos, esto puede provocar la rotura de las piezas.
Para aplicaciones críticas, se recomienda realizar una prueba de tensión detallada teniendo en cuenta tanto el hinchamiento como el impacto en las propiedades mecánicas.
Hinchazón
El hinchamiento es el proceso físico básico de absorción de sustancias líquidas de los sólidos. Durante este proceso, las sustancias entran en el material sin interacción química.
Esto provoca un aumento de volumen y peso, y la correspondiente disminución de los valores mecánicos. Tras la evaporación, la expansión se reduce y el rendimiento original del producto se restablece casi por completo.
El hinchamiento es un proceso reversible. Utilizando materiales de refuerzo (como hilos de poliéster o aramida) de poliuretano, se puede evitar casi por completo este efecto mecánico sobre el material.
Resistencia a la hidrólisis
Si el poliuretano con base de poliéster se expone al agua caliente, al vapor húmedo o al clima tropical durante mucho tiempo, la cadena de poliéster se romperá irreversiblemente debido a la hidrólisis. Esto provoca una disminución de las propiedades mecánicas. Este efecto es más pronunciado en los grados flexibles, donde el contenido de poliéster es proporcionalmente mayor que en las formulaciones más duras.
Sin embargo, la desnaturalización de los poliuretanos a base de poliéster rara vez se produce a temperatura ambiente. Debido a su estructura química, los poliuretanos a base de poliéster presentan una mayor resistencia a la degradación hidrolítica.
Resistencia microbiológica
Cuando se utiliza poliuretano termoplástico a base de poliéster en condiciones climáticas de alta temperatura y humedad, las piezas pueden resultar dañadas por el ataque microbiano. En particular, los microorganismos productores de enzimas afectan a la cadena molecular del TPU a base de poliéster.
Inicialmente, el ataque microbiano es visible en forma de decoloración.
Posteriormente, aparecen grietas en la superficie, lo que permite a los microorganismos penetrar más profundamente y causar la destrucción completa del TPU.